martes, 28 de septiembre de 2010

Segundo paso. Respuesta a la carta de Ana.

Papá…Coincido con vos: “Como si tuvieras quince años” Es así como has actuado. Para mí siempre fuiste EL hombre de la casa, pero dejaste de serlo cuando huiste. Porque no puedo llamarlo de otra forma, escapaste de nuestras preguntas, opiniones, etc. dejando esta simple carta.
No puedo negar que al leerla, mi primera respuesta fue de enojo. No podía entender que pensaras que somos grandes y ya no te necesitamos. Si somos grandes creo que pudiste haberte sentado a charlar con nosotros y no irte así, como un escapista. Un hijo siempre necesita de un padre, no solo en la etapa preescolar como vos pensás.
Agradezco todas las cosas que me diste y destacas en tu carta. Pero me duele que a su vez me negaras cosas que para mí son fundamentales: honestidad (desde el principio), diálogos, posibilidad de opinar…no sobre la relación tuya con mamá, sino a sobre esta situación que me involucra a mi y a mis hermanos.
¿”Días de padres e hijos”? ¡Que cosa más absurda! Todos los días se viven cosas que merecen ser compartidas. Esto me hace pensar en que nuestro vínculo va a tener un giro de ciento ochenta grados. No va a ser igual, yo voy a llegar a casa y ya no vas a estar ahí para escucharme, aconsejarme, reír conmigo. Ahora vas a tener alguien más con quien disfrutar tu tiempo. Realmente espero que a pesar de esto nuestra relación siga siendo igual, pero por lo que expresas en tu carta lo dudo…
Así como reconozco que lo primero que hice fue enojarme, admito que te quiero igual que siempre. El vínculo de padre e hija no se rompe. Y porque te quiero deseo con toda mi alma tu felicidad, me duele, que no sea junto a nosotros. Hoy, puedo decir que acepto tu decisión, no la comparto. Pero no puedo juzgarte tampoco, los sentimientos no se dominan facilmente. Quizás a futuro considere que fue bien tomada. Eso no puedo saberlo.
Nos pedís que no olvidemos que sos nuestro padre. Somos nosotros los que pedimos que no te olvides que somos tus hijos. Ojalá seamos parte de ese camino de felicidad que elegiste seguir. Porque en ninguna de las líneas de tu carta formamos parte de tu felicidad.
Espero podamos sentarnos a charlar al respecto.

Un beso.

María Julia…Tu hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario