lunes, 19 de julio de 2010

Juan Goytisolo.

Nació en la Barcelona republicana del año 1931. En 1956 tuvo que emigrar por su enfrentamiento con la censura del franquismo, durante los bombardeos de la aviación franquista, Goytisolo perdió a su madre. Sin duda, vivió muy de cerca aquella atrocidad; esto se ve reflejado en sus obras, sus palabras son las de un escritor y su memoria literaria, política y personal.
Ha escrito obras en las que reflexionó sobre la revisión de la memoria histórica en España. No solo la de este país, son memorables sus reportajes sobre conflictos en otros países, entre ellos, Bosnia, al cual hace referencia en su “Cuaderno de Sarajevo”. Dentro de este narra “El memoricidio”. Texto que describe la ciudad de Sarajevo después de los fuertes ataques que sufrió y repara en un sitio en particular: la biblioteca del lugar, la misma fue incendiada durante el año 1992, “constituye el atentado más bárbaro cometido contra la cultura europea desde la segunda Guerra Mundial.” Miles de manuscritos árabes, turcos y persas se esfumaron. Esta obra nos muestra cómo quisieron “robarle la identidad” a miles de personas, y aunque saben que la quema de sus escritos culturales no va a borrar lo que cada uno lleva dentro de sí mismo, el dolor de los sarajevistas se ve reflejado en estas líneas.
En el otro texto “El sitio de los sitios”, quien narra es un investigador que se aflige por la quema de la biblioteca, ya que allí estaban concentrados todos sus estudios. Cuenta como llega un viajero con el mismo nombre del santo de la capital almhoade, Ben Sidi Abu Al Fadail, en el que centra sus trabajos de investigación. Éste viajero muere. Cuando el investigador encuentra el cuerpo, descubre un pliego de hojas, los versos allí escritos coincidían literalmente con reproducidos por él en su tesis. Sorprendido ante esto, viendo que esa información alguna vez recolectada con tanto esfuerzo volvía a sus manos, decide ocultar el cadáver y las pruebas escritas de su misión, esto lo hace con la colaboración de otros personajes. Luego recibe a un colega, éste le informa que se había presentado un hombre con el nombre del santo que investigaba. A partir de una interesante charla, arman una situación estratégica para presentar la muerte del santo como la de un verdadero mártir. La quema de la biblioteca no había arrasado con todo como lo pensaban los sitiadores.
En ambos textos la biblioteca aparece como un lugar poseedor de cultura, memoria colectiva del pueblo musulmán bosnio. Amenazada por las intenciones de hombres que buscaban reducirla y domesticarla

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